Muchas veces, divulgadores y críticos pecamos de querer buscar los tres pies al gato. Se dan tantos quiebros, se ponderan elementos tan diversos, que uno no sabe muy bien qué esperar de un cómic tras haber leído una reseña. Por eso es grato encontrarse con una obra que ofrece algo tan básico y difícil como un buen dibujo y un buen guión. En esta categoría entra ‘Silas Corey‘, una espléndida bande desinée escrita por Fabien Nury y dibujada por Pierre Alary. Dibbuks, cuyo editor está demostrando un olfato muy fino en los últimos meses, publica por aquí este cómic sobre las andanzas de un espía francés en plena Gran Guerra.

Silas Corey: La red Aquila‘ supone la presentación de un personaje que puede cundir mucho en el cómic, a nada que se lo propongan sus autores. Estamos en la primavera de 1917; ya han pasado casi tres años desde que se iniciara la Primera Guerra Mundial, queda más de año y medio para que el conflicto se resuelva y a esas alturas todavía no está claro hacia que lado se va a decantar la balanza. Silas Corey es un detective privado que vende sus servicios al mejor postor. Este dandi ya no es un chaval, y tiene tras de sí un azaroso pasado como reportero y soldado en la guerra de trincheras. A su servicio cuenta con un fiel ayudante de origen indochino, que viene a recordar al lector que a aquella guerra no la adjetivaron ‘mundial’ por capricho.

Silas Corey es contratado por George Clemenceau, diputado que aspira a tomar las riendas de Francia para derrotar a los alemanes de forma contundente. El encargo es encontrar a un periodista que ha desparecido con una importante prueba que haría caer al gobierno francés. Arranca así una intriga en la que Silas Corey juega a tres bandas, ya que presta también sus servicios a la Oficina Segunda -la agencia de espionaje francesa- y a la Señora Zarkoff, implacable dueña de una importante industria armamentística. En su búsqueda, el detective se las tendrá que ver con Aquila, un misterioso y letal espía alemán, y deberá hacer equilibrios para no salir escaldado de la batalla soterrada entre sus tres clientes.

Fabien Nury, que ya había demostrado su inclinación por los contextos bélicos en ‘Érase una vez en Francia’, construye aquí una apasionante historia de intriga y acción en el menos trillado marco del primer gran conflicto global. Un guión trepidante que engarza ficción con realidad histórica, y en el que sobresale la caracterización de los personajes, con aristas y matices que huyen de la simplificación. Pierre Alary, como buen dibujante curtido en el campo de la animación, logra con su agradable dibujo, y la ayuda del colorista Bruno García, que la narración fluya al justo ritmo que pide el texto.

Dibbuks ayuda a apreciar este trabajo con una esmerada edición que recoge en un solo tomo los dos álbumes originales que abarcan la trama completa. ‘Silas Corey’ es un excelente tebeo -buen guión, buen dibujo… ¿Un ‘algo’ original o especial? No le hace falta- al que vale la pena acercarse. Ojalá su equipo creativo nos ofrezca más entregas en el futuro.

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